jueves, 24 de febrero de 2011

To be continued

   Yo no sé lo que pasó,pero vi su sangre mojando mis manos.Sus labios,en otra hora rojizos y cálidos,no eran más que una piel pálida y fina.Y estaba fría.
   Recuerdo la última vez que la vi coger el tren.Llegaba tarde y veía su pelo moverse entre la gente y volviendo la cabeza atrás despidiendose.Quizás si hubiese...¿Sabes?..¡No!Tú no sabes nada.Yo la tube entre mis manos cuando nació.
   Llegó la ambulancia.Ruidos y barullo de gente que no conocía de nada.¡Haced sitio!,decían unos.¡Que no se acerque nadie más!Decían otros...Los vecinos salían de sus casas y se allegaban a la nuestra con una mezcla de curiosidad y susto.Las luces de la calle empezaban a encenderse y esa noche no alumbraba la luna.
  Se la llevaron,y yo me quedé sin nada.
  Dos policías se acercaron y me pusieron unas esposas.No preguntaron nada ni yo abrí la boca.Me dijeron que me llevarían a comisaría y me metireon en el coche.Mientras ellos hablaban yo iba ensimismado en mis cosas,preguntandome el por qué de todo,y de como sería si ella no hubiera visto ese video.
  Todo se había ido de madre.¿De verdad piensas que yo tube algo que ver con su muerte? Yo nunca habría querido que ella se hubiera enterado de todo aquello,ni nunca habría querido que hubiera cogido aquel revólver,ni que se hubiera matado...si es que se había muerto...Quizás le quede un hilo de vida.Aún vivía cuando se la habían llevado,pero tenía muy mala pinta.
  Llegamos a comisaria y me metieron en un despacho,sin palabras,ni me miraban.Yo exigí que no llamaran a mi abogado.
  Yo solo quería ver a mi niña.

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