Un relato muy corto

  Ella se murió.
  Habían sido tan duros esos últimos meses que ya no tenía ni fuerzas para sentir dolor.Miró por la ventana,ya era de noche y suspiró.Gracias al reflejo del cristal de la ventana pudo ver como la luz del pasillo parpadeaba.Salió de la habitación y se metió en el baño;quiso cerrar con llave,aunque no había nadie más en el piso.Escuchó el sonido de las gotas del grifo cayendo en la fina loza blanca,pausado pero infinito...
  Volvió a la habitación donde se había muerto y empezó a recoger sus cosas del armario.Hacía mucho tiempo que todo lo de ella estaba allí y todo olía a ella.Se dió cuenta de que no iba a coger todo en aquella pequeña maleta que había traído y no quería volver allí otra vez.Su mirada se paralizó un instante,mirando la nada y sintió náuseas.
  Recordó por un momento los largos días de mayo en el colegio,cuando era pequeña y adoraba ir a clase.Le gustaba ir aún cuando por determinados motivos no debía,como cuando estaba enferma o como cuando había nevado tanto y se cerraba la escuela.Recordó a sus compañeros y a su profesora preferida.
  Con el paso de los años había hecho una buena cuadrilla de amistades que estaban siempre y siempre miraban por ella.
  El sonido del teléfono la despertó.Vió el número en la pantalla y no fué capaz de descolgar.No le salían las palabras,estaba muda y sorda y ciega también.Lo ocurrido la había mutilado y ya no era persona.Intentó pronunciar algunas palabras,pero tal como si fuera un recién nacido sólo fué capaz de balbucear.Dejó que el teléfono sonora,puso una mueca en su cara y soltó una gran carcajada.
  Se miró en el espejo...llevaba el pelo todo revuelto;ya ni se acordaba de la última vez que se había peinado¡Oh!su precioso pelo,su pelo.Moreno.Largo.Liso..
  Intentó coger un cepillo y no pudo.
  Lo intentó.
  Pensó que quizás se había vuelto loca,pero era solo que su vida como fantasma no era algo que ella pudiera controlar.